Un día como otro... {Tay M. & Nick} |+18|

Abrí los ojos al escuchar su dulce voz, mirandolo fijamente antes de volver a besarlo con pasión, bajando su pantalón y dejandolo solo en ropa interior, como estaba exactamente yo.
Bajé mis labios a su cuello y enredé mis piernas en su cintura, moviendo mi cadera y haciendo que nuestros sexos se rozaran por encima de la ropa, excitandolo.

Ambos estábamos semidesnudos y solo constábamos de una prenda, la cual por un momento más estaría en nuestros cuerpos. Al sentir sus piernas alrededor de mi cintura y que nuestros sexos se rozaron, gemí suavemente en su oído. Deslizé mis manos hasta sus piernas y las acaricié suavemente, disfrutando de cada centímetro de su piel.
Te... Amo...
Le dije, entrecortadamente, suavemente en su oído.

Mi piel tembó al sentir sus manos acariciar mis muslos de forma lenta, excitándome más al escuchar como arrancaba un suave gemido de su boca.
Yo también...
Susurré en su oido, aunque sabía que en el fondo sus palabras solo eran producto de aquel momento de excitación, porque si así fuera, no estaría con Miley.

Escuché su respuesta y sonreí. Volví a besarla en la boca y, con mis manos en sus piernas, las acaricié hasta llegar a su trasero. Bajé mis labios hasta su cuello y luego hacia sus pechos. Al llegar ahí, suspiré y le dí pequeñas lamiditas.

Agarré su cabeza y la presioné más contra mis pechos, gimiendo de forma suave y lenta en su oído, intentando hacerle saber que me gustaba lo que me hacía. Volví a acariciar su espalda hasta llegar a su trasero, el cual apreté ligeramente, mordiendome el labio inferior al notar su lengua pasar por mis pezones.
Off: ponle el +18.

Al sentir la presión que hacían sus manos sobre mi cabeza, pude notar que le gustaba lo que estaba haciendo. Seguí pasando mi lengua por sus pechos y gemí al sentir sus manos sobre mi trasero. Mis manos acariciaron su espalda suavemente mientras me volvía loco en sus pechos.

Bajé mis labios hasta su cuello, dandole un pequeño mordisco y con algo de dificultad, comenzar a bajar su ropa interior.
Vamos a recuperar todo el tiempo perdido...
Dije con la respiración algo entrecortada, gimiendo suavemente sobre su cuello, terminando de quitarle el boxer.

Al sentir que quitaba mi boxer, comencé a gemir fuertemente sobre sus pechos. Cuando escuché lo que me dijo Tay, sonreí, dejé de lamerle los pechos, asentí y me acerqué a su boca. Mus manos bajaron hasta su braguita y empecé a quitársela suavemente.

Sus gemidos comenzaron a ser más fuerte, algo que me excito de sobremanera, devorando sus labios con verdadera pasión y necesidad, alzando un poco el trasero para que pudiera quitarme aquella prenda, que ahora solo molesta, con rapidez.

Su beso me dió las fuerzas para continuar. Hace bastante tiempo que no hacía esto con ella, y estaba un poco cansado. Pero no iba a detenerme. Ahora no. Continué quitándole su ropa interior con delicadeza, palpando cada centímetro de piel que estaba desnudando. Caudno al fin terminé de quitarle esa última prenda, le sonreí y volví a besarla con pasión, dejando que mi lengua juegue con la suya en nuestras bocas.

Mi respiración estaba demasiado agitada, sintiendo sus manos acariciar mis muslos a la vez que terminaba de desnudarme, lanzandola lejos.
Nuestras bocas comenzaron a jugar con intensidad dentro de nuestras bocas, notando como me excitaba el suave roce de nuestros sexos desnudos.

Seguí besándola con intensidad, con mis manos acariciaba suavemente sus pechos y podía notar que mi sexo iba agrandándose. De su boca pasé a su cuello, dándole lamidas que le rogaban pasión.

Su miembro iba creciendo y los gemidos no paraban de salir de mi boca, lo volví a agarrar por el pelo, subiendo su cabeza de nuevo.
Hazlo ya, Nick...
Murmuré en sus labios antes de volver a besarlo y morder su labio inferior.

Al sentir sus manos sobre mi cabello, suspiré y la miré. Cuando escuché lo que me dijo, sonreí. Saqué mis manos de sus pechos, las bajé un poco y las usé para abrir sus piernas un poco. Luego, comencé a introducir mi miembro lentamente dentro suyo.

Noté como sus manos abría suavemente mis piernas para colocarse entre ellas, sintiendo como su miembro se introducía de lenta en mi interior, jadeando y enredando mis piernas en su cintura.
Nick...
Susurré en su oído, jadeante, quedandome quieta durante unos segundos antes de mover mi cadera con despacio contra su miembro.

Sentí sus movimientos y yo la acompañé con movimientos lentos, pero solo al principio. En cuanto escuché su voz, es decir, un susurro, le respondí.
¿Pasa algo?
Con voz entrecortada, ya que la excitación no me permitía hacerlo de otra manera. Introducí más mi miembro, casi completamente.

Sus movimientos me hicieron suspirar, apretando mis manos en su espalda, pero al notar que paraba por mi llamada, negué con la cabeza.
Nada, sigue, mi amor.
Susurré excitada en su oído, dejando escapar un largo suspiro cuando noté como introducía casi todo su miembro en mi interior.

Al escuchar su respuesta, le sonreí y volví a moverme dentro suyo. A la vez, también le besé la boca, el cuello, todo su torso con desesperación. Acaricié suavemete y con pasión su trasero y toda su espalda.

Mis jadeos aumentaban a la vez que sus manos se movian con desesperacion por mi cuerpo, sin cesar el movimiento.
Mis manos acariciaban su espalda de arriba abajo en una caricia suave, llenando de besos su hombro.

Seguí moviéndome más y más con desesperación y necesidad. Coloqué mis manos en su cintura y me moví sobre ella, invirtiendo la situación y dejando que ella se haga cargo del momento.

No pude reprimir algún que otro gemido de placer, sobretodo cuando comenzó a moverse con más intensidad sobre mí, agarrandome con fuerza de la cintura.
Cuando se volteó, me quedé yo arriba y me comencé a mover con algo de rapidez sobre él, colocando mis manos en su pecho y mirandolo fijamente meintras gemia.

Se movía rápidamente y yo podía sentirlo muy bien. Acaricié todo su torso y sus piernas con suavidad, aunque en este momento era realmente muy difícil mantener la suavidad. Mi pecho se mantenía firme cuando ella colocó sus manos en él.

Apreté los labios ocn fuerza para no gemir más alto de la cuenta y que alguien se enterara, continuando con mis movimientos sobre su miembro y agachandome para gemir sobre sus labios, besandolo y buscando su lengua con la mia.

Al notar que había apretado los labios, sonreí y gemí fuertemente, indicándole que no había problemas con eso. Seguí moviéndome junto a ella y busqué su lengua en mi boca, jugando con ella, mientras apegaba su cuerpo al mío, abrazándola por la cintura.

Mi cintura se movia a su compás, besandolo con pasión y colocando mis manos a ambos lados de su cabeza, bajando mis besos por su cuello y apretando los ojos mientras sentía como mi cuerpo se veia envolvido por aquella oleada de placer y deseo.