Sex, Drugs & Rock'n'Roll {Libre}

Desde hace un par de días que estaba algo bajoneada, y todo por el estúpido de Nick y su novia, pero la vida no se acababa con él... o por los menos es lo que quería hacerme creer a mi misma. Me puse algo y salí a uno de los antros, después de casi una semana sin salir de casa, alegando que estaba enferma.
Algunas personas me reconocieron y el dueño del club me pidió que cantara algo, y que mejor canción para esos momentos que He loves you.

Spoiler:

Había salido en busca de un poco de diversión con un par de amigos. Uno de ellos había propuesto ir al local de alguien que conocía, así que ahí estábamos. Al entrar me encontré con algo que no pensaba ver: Taylor Momsen estaba cantando una canción, y la verdad es que sonaba bastante bien.
La había visto algunos de sus trabajos como actriz, pero nunca la había escuchado cantar en directo y lo hacía muy bien.
Mientras acababa la canción decidí ir a la barra para pedir algo de beber. Estaba bastante cansado, necesitaba un poco de alcohol para poder sobrellevar estar noche.

Terminé la canción y me bajé del escenario, llendo directamente a la barra y pidiendole al camarero un whisky triple. Cuando estaba en un bar, ni siquiera me pedia el carnet ni nada, y aquella noche era lo mejor, puesto que no estaba para gilipolleces de ningún tipo.
Por las mentiras de los tios...
Dije en alto antes de levantar la copa y bebermela de un solo trago.

Al terminar la canción aplaudí y, mientras seguía esperando a que el camarero me hiciera caso, apareció Taylor recién salida del escenario. Pidió y en menos de cinco segundos ya la había atendido. Ese tipo de cosas pasaban demasiado a menudo... siempre atendían primero a las mujeres pero eso no me molestó al escuchar la frase que salía de sus labios. No pude evitar soltar una carcajada mientras asentía con la cabeza.

Había investigado por todos lados, y al fin había conseguido lo que quería: un amigo de confianza me dijo que taylor estaba en un antro. Por lo tanto, entré al lugar y pude escuchar a Taylor cantar. Cuando terminó y se sentó en la barra, me senté junto a ella, riendo por su comentario.
¿Eso fué por mi?
Le pregunté, sonriendo de lado, mirándola.

Alcé la copa en dirección al camarero para que me sirviera otra, sentandome a esperar cuando escuché una risa a mi lado...ah dios mio, era Ian Somerhalder!
Yo era gran fan suya, desde que salía en Vampire Diaries, cuando me dispuse a hablarle, una voz habló y ni si quiera me digné a girarme hacia él.
Me puse de pie y me escabullí entre la gente, escapando de Nick, llegando a la mitad de la pista y poniendome a bailar.

Pude notar que estaba escapando de mí, su mirada lo decía todo, y me ví obligado a perseguirla por todo el país si fuera posiible, debía hablar con ella...
Tay, vamos... No te escapes, por favor...
Le dije, corriendo hacia el lugar donde estaba ella, sin bailar ni nada.

Decidí pasar de las palabras de Nick, pero no me iba a privar de algo que había estado esperando hacer toda la semana.
Me giré y le crucé la cara, viendo como todo el mundo se centraba en nosotros, lo miré por última vez y me fui al baño. Dejé le bolso en el lavamanos y me apoyé en el, mirándome en el espejo.

Taylor se sentó a mi lado pero uno de los Jonas Brothers, nunca he sabido diferenciarlos, le habló y ella se fue escapándose de él. Parecía que la cosa se ponía interesante, el problema era que entre la gente no podía ver que ocurría, aunque tampoco era asunto mío... Tendría que quedarme con la intriga toda la noche.
Vi como una especie de corrillo se formaba alrededor de alguien y supuse que sería de Taylor y Nick, pero no los veía bien.
Me giré nuevamente hacia la barra esperando ser atendido.

Cuando hizo eso, la miré confundido. ¿Ahora qué le pasaba? Bueno, sabía perfectamente lo que le pasaba, pero fué extraño lo que había hecho. Corrí hacia el baño y me detuve en la puerta, golpeánola constantemente.
Taylor... Solo quería decirte que siento lo que te dije en el Centro Comercial... No fue mi intención.
Le dije, sentándome en el suelo, justo al lado de la puerta, esperando a que se atreva a mirarme a la cara.

Cuando por fin pude conseguir mi cubata me di cuenta de que no tenía ni la más mínima idea de dónde estaban mis amigos.
Iba a ser difícil encontrarlos entre tanta gente y por mucho que los llamara al móvil no lo escucharían, así que decidí ir a buscar en donde si estaba podría verlos: al baño.
Cuando llegué allí vi a Nick sentado delante de una puerta. Lo miré con el ceño fruncido.
- ¿Qué haces ahí?

Al escuchar una voz, bastante reconocible, a mis espaldas, me dí la vuelta enseguida.
Ian... Estoy intentando hablar con Taylor... ¿Crees que a tí te escucharía?
Le pregunté, suspirando, mientras me levantaba del suelo. No podía creer que me habían encontrado en esa situación.

Mientras escuchaba su respuesta di un largo trago del cubata y después, alcé una ceja. Podría intentarlo.
- ¿Qué quieres que le diga?- Le pregunté aceptando de esa manera hablar con Taylor.
No la conocía de nada, nunca había hablado con ella pero por lo que parecía estaba enfadada con Nick y probablemente a mí me escucharía y a él no.

Suspiré. Probablemente a Ian lo escucharía. Yo la había lastimado demasiado.
Dile que... Siento haberle dicho todo eso a Miley enfrente de ella.
Le dije, primeramente. Estaba cansado de esta situación y no me gustaba la idea de perderla, ni aún como amiga.

Asentí y volví a beber un trago antes de acercarme a la puerta y dar un par de golpes en ella con los nudillos de la mano que tenía libre.
- ¿Taylor?- Pregunté sin saber muy bien cómo hacer porque nunca había hablado con ella.- Soy Ian, un amigo de Nick, ¿puedo hablar contigo?- Le pregunté con voz tranquila y amable mientas intentaba abrir la puerta.
Nick me caía bien, por eso quería intentar esto. Era su amigo y como tal siempre haría lo que estuviera en mis manos para ayudarlo.

En ese momento, recordé que a Taylor le gustaba mucho la serie "Vampire Diaries".
Ian, creo que ella te conoce por la serie de vampiros que tú haces... Dile tu apellido, te reconocerá enseguida...
Le dije, sonriendo. Ian era un gran amigo por querer ayudarme en tan grande aprieto. Muy difícilmente encontraría a otros como él.

Agaché la mirada un poco hacía Nick y después volví a mirar hacia la puerta. Asentí.
- Taylor, - Insistí.- soy Ian Somerhalder, ¿puedo entrar? Solo quiero hablar contigo.- Añadí haciendo caso a lo que mi amigo me había dicho.
Suponía que si estaba enfadado con él no le apetecería verlo ni hablar conmigo con él delante, por eso le pedía que me dejara entrar en el baño.

Esperé a que Taylor contestara, apoyándome contra una pared para descansar un poco. Había estado todo el día de aquí para allá y esta situación era realmente estresante, cansadora... Le sonreí a Ian al escuchar sus palabras, aprobándolas.

Cogí un poco de agua fría y me pasé la mano por la nuca, cerrando los ojos y notando como me relajaba poco a poco antes de que la puerta comenzara a sonar, esuchando que la persona que quería entrar era Ian.
Si te manda Nicholas, pierdes tu tiempo...yo no voy a perder mi tiempo en cosas que no valen la pena.
Dije en un tono de voz alto mientras abría la puerta para que Nick me escuchara y le quedara claro que no quería saber nada de él, porque si seguía molestandome, yo misma le rompería la nariz sin necesidad de ser un tio.

Al escuchar su respuesta y ver que abría la puerta, me encabullí dentro del baño y cerré la puerta con seguro. La arrinconé en la pared y la miré a los ojos, serio.
Tay, hermosa, escúchame...
Le dije, sonriendo un poco de lado.
Siento haberte dicho esas cosas en el Centro. Comercial.. Me había molestado un poco que hayas contado nuestras... Intimidades.
Tomé su mano, la besé y la volví a mirar.
¿Qué puedo hacer para que me perdones?

Abrí los ojos para ver a Ian pero la puerta se cerró de golpe y Nick me arrinconó contra la pared, dejando escapar un pequeño jadeo de mi boca por el impacto.
En cuanto el me miró, yo sólo pude girar la cabeza mirando hacia un lado, escuchando todo lo que decía y negandome a decir algo.

Cuando ella desvió su mirada, sonreí y, con mi mano en su mentón, guíe su cabeza para encontrar mi mirada con la suya.
Tay... Por favor, lo siento.
Le dije, con la mirada triste.
Sabes que no puedo estar así contigo... Sabes que yo, que tu eres muy especial para mí...
Luego de decir eso, tomé sus manos fuertemente.

Noté su mano en mi mentón, desviando mi mirada hacia la suya; lo miré y me mordí el labio inferior para después de unos segundos bajar mi mirada de nuevo.
Ya, demasiado especial que te falto llamarme puta, como lo hizo tu novia...
Le comenté en un tono algo triste, mirando hacia el espejo y mirando nuestro reflejo, suspirando.

Al escuchar su respuesta, suspiré indignado. Si, había hablado sin pensar, pero había hablado...
Si, lo se... Creo que lo que te dije estuvo muy mal, pero... Por ese motivo...
Noté que desvió su mirada. Tomé su mentón nuevamente y atraje su mirada hacia mí.
Tay, necesito que me mires...
Le dije, prácticamente rogándoselo.
Por ese motivo estoy aquí, necesito que me perdones... Ese día no se qué me pasó. Tal vez porque ella estaba sospechando, y tu dijiste eso enfrente de todos, y no sabía cómo defenderme.

Lo miré fijamente y escuché con atención todas y cada una de sus palabras, tragando saliva y notando como los ojos empezaban a brillarme por las lágrimas acumuladas en éstos.
Lo que más odio de ti es que no puedo odiarte, y eso me hace daño, Nick...estar cerca de ti me hace daño.
Acabé por confesarle, pero no sólo se trataba de que se enterara todo el mundo y pusiera en peligro todo por lo que había luchado, sino también de mi misma; desde el día de la pelea había estado en casa encerrada y no había provado bocado alguno, y si cada vez que nos pelearamos porque no era capaz de aceptar lo que sentía por mi...yo no estab dispuesta, por mucho que lo quisiera.